Gilberto Bergman Padilla: pícaro narrador

 

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Destaca entre los escritores con más humor, además de su pasión diplomática y su amor por el tango que lo define como: “Amar el tango es amar la vida”.

Tiene muchas facetas que van desde abogado, diplomático hasta tanguero. Pero su afición por los cuentos es una pasión que comparte con los amigos, con los alumnos de la Universidad de Ciencias Comerciales, donde es rector y profesor desde hace 20 años. Hace unos días estrenó La Guanislama y otras Vetas, un compendio jocoso de narraciones que hablan con ingenio de la cultura y del nicaragüense.

El escritor Jorge Eduardo Arellano define a Bergman como: “un cultor fino del humor” y es en estas parodias narrativas aparecidas en su último libro que tiene enseñanzas para todos, que según él son herencia de su mamá doña Zobeyda que para toda situación tenía respuestas prácticas y amenas.

Algunos escritores fueron influenciados por su madre. ¿Qué tal fue su relación con su mamá?

Mi mamá fue una mujer extremadamente seca. No recuerdo que algún día me agarrara a besos, ella llamaba al pan pan y al vino vino, nunca tenía palabras más de la cuenta, era una mujer práctica que sabía lo que quería, incluso antes de morirse me llamó para decirme cómo quería su entierro, se escogió su propio ataúd y escogió el lugar donde la iban a enterar, y dio sus últimos consejos, instrucciones precisas y concretas de cómo quería que hiciera la vida. Ella hablaba mucho conmigo y siempre sentí por ella una tremenda admiración, guardé todas sus cartas que eran casi 200, las que me enviaba cuando estaba en Europa.

¿En La Guanislama y otras Vetas, siempre está ella como referencia?

Sí, ella ha sido la fuente de inspiración de casi todos mis cuentos y de los muchos que haré. Por ejemplo con el cuento de Guanislama me aconsejó y me dijo por qué quiero que te bañes con Guanislama y me daba las razones de cómo su abuela se bañaba con Guanislama e hizo riales y me dijo: “Si vos te querés bañar, báñate, a mí qué me importa”, me la refregué y ya está, o cuando ella me dice: “Tenés que aprender inglés”, me lo dijo en 1964, el hombre que no sabe inglés no sirve para nada. Es decir, tenía una visión de avanzada. Y después, que aprendí el inglés me dijo que hiciera mi postgrado, ella siempre iba adelante.

¿Cuándo decide escribir cuentos?

Le debo esta historia a la Mercedes Gordillo, un día le conté un cuento La Raza más Extraña del Mundo, y ella sorprendida me dijo que por qué no lo escribía. Eso fue en el 2000, y le conté que yo nunca había escrito un cuento, y me dijo que probara hacérselo y que me iba a gustar, así que escribí mi primer cuento, el primero, el segundo y me vinieron saliendo.

¿Todos sus cuentos tienen humor, eso es un reflejo de su vida?

Sí. Soy una persona que estoy muy contenta conmigo misma, soy una persona que vive dándole gracias por todo lo que me ha dado, gracias por la familia que tengo, por los hijos que tengo, mi vida está centrada en mi familia y en Dios y eso me da felicidad, me hace sentirme alegre, yo no conozco lo que es estar triste, el estrés.

¿Cómo reacciona la gente con sus cuentos de humor?

Me quedo asombrado cuando la gente me habla de mis cuentos, por ejemplo un día un hombre en un avión me dice “¿usted es el doctor Bergman?” Sí le dije, él me comentó, “ leí su cuento La Raza más Extraña del Mundo, fíjese que hice cinco mil fotocopias y se las regalé a la gente que vive en la colonia nicaragüense en Panamá”. Esas son las historias de mis cuentos.

La literatura nicaragüense carece de humor, ¿a qué cree que se debe?

Muchas veces son las circunstancias que viven las personas. Para tener humor hay que estar sano de espíritu y no tener graves problemas, una persona que está abrumada de problemas es difícil que se le venga el humor, conozco personas que pasan la mitad del día riendo, tengo un amigo que a la mitad del sermón se pasa riendo y está alegre, simpático, creo que el humor que uno hace es un humor producto de la vida que uno tiene y de la satisfacción que uno tiene de cómo ha llevado su vida.

Los Ge Erre Ene (Gonzalo Rivas Novoa), los humoristas escritores quedan muy pocos en el país. Aunque está León Núñez quien a través del humor lanza unos mensajes increíbles y muy acertados.

¿Además de la picardía, La Guanislama qué representa?

El humano siempre está creyendo en algo y me dicen “si me sacara la lotería” y otros sueñan que van al fondo de un patio y se encuentran una olla llena de oro. La Guanislama es una especie de esperanza, algo para decir “yo quiero tener suerte”, es el mismo caso del europeo con el trébol de cuatro hojas, no hay ninguna diferencia. Hace unos días la esposa de un rector llegó a mi oficina a pedirme la planta, un amigo español que vino a Nicaragua me dijo: “no me voy de Managua, si no me llevo una ramita de Guanislama”. Mi mujer me dice una frase: “Vos creés en las brujas, yo no creo en las brujas, pero que las hay, las hay”. La gente anda siempre buscando La Guanislama, es una historia de humor que la gente cree, es como tener la esperanza de algo siempre. Un árbol de la buena suerte, como puede ser la ruda o cualquier otro.

¿Cómo inició su interés por la literatura de Rubén Darío?

Un día me invitaron a dar una conferencia sobre Rubén Darío en una escuela primaria, en la escuela República de Nicaragua en Argentina, y me dio pavor porque yo de Darío no sabía absolutamente nada y sobre todo en Argentina que leen más a Darío que en Nicaragua. Y después esa conferencia, la mejoré y la di en una universidad y después a lo largo y ancho de la República Argentina anduve dando conferencias sobre Rubén Darío y así fue como escribí en Argentina un libro que llamé Rubén Darío Diplomático.

Cuando regresé a Nicaragua seguí escribiendo sobre diplomacia y después escribí El Discurso al Alimón, después Las Musas de Darío y artículos a montones fuera y dentro de Nicaragua. He editado cinco libros de Rubén Darío con presentaciones mías estando como embajador en Argentina.

DARÍO EL DIPLOMÁTICO

¿Qué enseña Rubén Darío a los diplomáticos?

Todo. Es el maestro de la diplomacia y sobre todo lo más importante su creencia que el diplomático tiene que ser un profesional, tiene que ser un servidor de la Patria y no del Gobierno en el poder. Eso nos transmitió Darío es lo que he adoptado para mí, porque si yo llego a ser embajador de cualquier gobierno nunca voy a ser embajador de ningún partido sino embajador de Nicaragua.

¿Además de los cuentos la diplomacia le ocupa algún tiempo?

Una de sus pasiones es la diplomacia cooperar con la Cancillería en todo lo que me han solicitado, espero hacerlo en forma gratuita, nunca le he cobrado nada a la Cancillería, tengo tango de embajador, en la actualidad soy el inspector general de Embajadas Ad-Honorem.

¿En qué contexto escribe Las Musas de Darío?

Llegué a una inauguración de un año más del nacimiento de Rubén Darío y vi a una jóvenes con unas coronitas en la cabeza, están disfrazadas de romanas y le pregunté a alguien quiénes eran, después me fui donde otros y les pregunté y me dijeron “son las musas de Darío” y seguí preguntando para qué servían y así nació. Averigüé cuáles eran las musas, las estudié, investigué, y seguí haciéndolo hasta que llegué a la “la musa de carne y hueso”.

“AMAR EL TANGO ES AMAR LA VIDA”

¿Otra de sus pasiones es el tango?

Llegué a la Argentina en 1969, y a la fecha he estado en ese país como 50 veces, tuve oficinas en Buenos Aires antes se ser embajador, todos estos años me dio una pasión por el tango, tengo grandes colecciones de tango, soy el presidente del Club Gardeliano de Nicaragua, he escrito un libro que se llama Carlos Gardel La Leyenda. Todo lo que me cae sobre Gardel lo leo. En la computadora tengo más de mil tangos grabados que permanentemente los escucho. “Amar el tango es amar la vida”.

¿Sabe bailar tango?

No. Esa es otra cosa. Lo amo pero no lo bailo.

¿Qué es el tango para usted?

Es poesía. Es una vida, cuando escuchas por ejemplo cambalache te das cuenta lo que es la vida. Y si escuchas el tango Mi Noche Triste te das cuenta lo que es el hombre abandonado. Cada tango tiene un mensaje, una música que te cautiva, cómo puede ser que en Buenos Aires se escuche tango las 24 horas del día, no hay bus en que su chofer no vaya escuchando tango lo mismo en Uruguay. El tango es una música que te llena. Borges decía que a él no le gustaba el tango, sin embargo le gustaba la Milonga que es otro tipo de música parecido al tango pero diferente.

¿Cuáles son tus proyectos a futuros?

Van saliendo, además no me considero escritor, me dedico más a mis funciones como rector, cuando tengo tiempo escribo, no me considero ni dariano, sin embargo los libros que he escrito la gente me los ha pedido y me los ha comentado. Voy a seguir con mis cuentos, tengo un proyectito de hacer unos nuevos libros sobre personajes universales.

Gilberto Bergman Padilla, un especialista dariano

culturalEl doctor Gilberto Bergman Padilla dice modestamente que no es, ni aspira ser, un especialista dariano, sin embargo su contribución de interesantes y novedosas obras en este campo literario ha estimulado y respaldado la difusión de la figura y obra de Darío.

Gilberto Bergman Padilla, actualmente es el Presidente del Instituto Tecnológico de Estudios por Internet (TEC-VIRTUAL), es abogado y notario con estudios en España y postgrados en Alemania e Inglaterra. Con una exitosa carrera diplomática, fue Embajador extraordinario y Plenipotenciario de Nicaragua en Argentina y Uruguay, Cónsul General Honorario de la República de Uruguay y Presidente de Cónsules Honorarios de Nicaragua.

Ha aprovechado su larga carrera diplomática para difundir sus obras darianas:

* En Buenos Aires (1997) publicó la obra «Darío Diplomático», en la que se expone la vida de Rubén en el campo de la diplomacia desde 1892 hasta 1912, contribución que ofrece una orgánica información sobre las relaciones de Darío con el campo de la diplomacia, en el cual le tocó actuar, en distintos niveles, en diferentes países y cuyas acciones constituyen un espacio interesante en la biografía del poeta.

La obra resume las siguientes vivencias de Darío: Secretario del Consulado de Valparaíso: intento fallido. La primera misión diplomática: 1892. Darío, Cónsul General de Colombia en Buenos Aires. Un Consulado argentino en Europa para Darío. «Todavía no soy ciudadano argentino». Darío, Cónsul de Nicaragua en París. Darío, Cónsul de Paraguay en París.

* De regreso en Nicaragua, una vez finalizada su misión diplomática en tierra argentina y siempre, con el ánimo de seguir difundiendo la obra dariana, presenta el libro «Rubén Darío, entre el tango y el lunfardo», (1997) obra de Pedro Luis Barcia, reconocido como el «mayor dariista argentino».

El lunfardo es un habla estrecha, de uso especial en su origen, al parecer reducida al manejo de gente de malvivir y de vida carcelaria. Esta expresión lingüística nunca fue lengua, ni argentina ni uruguaya, pero ha sido sí objeto de estudio minucioso y hasta se ha fundado una Academia Porteña del Lunfardo, dedicada a estudiar las peculiaridades de esta inflexión del castellano porteño. Darío, por su parte, publicó en 1894 un artículo sobre el libro del jurista Antonio Dellpiane, «El idioma del delito». Un libro curioso. Esta obra lo muestra como apéndice.

«Rubén Darío, entre el tango y el lunfardo» es una obra atractiva y curiosa. Analiza el uso que Darío hiciera de términos y expresiones lunfardas en sus escritos, por un lado; y por otro, la insospechada proyección dariana en letras de tangos y poesías lunfardas versos y poemas arrabaleros. Esta presencia dariana en letras tangueras y lunfardas muestra la capacidad sugestiva e insinuante de la lírica hondamente humana de nuestro Rubén, tomando en cuenta que el tema del tango es inagotable, es música y danza popular, de origen rioplatense, uruguayo-argentina y ha alcanzado, como se sabe, trascendencia mundial.

* «Discurso al Alimón» (Managua, 2001) es un célebre discurso que, -a manera de la suerte del torero conocido como Al Alimón, consiste en que dos toreros, cogidos de la misma capa, incitan al toro-, pronunciaron en Buenos Aires (1933) los altísimos poetas Federico García Lorca y Pablo Neruda, en homenaje al bardo nicaragüense Rubén Darío.

La obra rescata varios textos que han tenido poca circulación en Nicaragua, comenzando por el propio Discurso Al Alimón, tan lleno de reconocimiento a la obra poética de Darío. También rescata la mejor biografía breve que se ha escrito de Darío, la escrita por Luis Alberto Cabrales, que por cierto mereció en 1950 el Premio Nacional «Rubén Darío». También enriquece el libro una selección de poemas de Darío y una reproducción de los célebres «Veinte poemas de amor y una canción desesperada» de Pablo Neruda, así como una breve biografía de su autor. Y de García Lorca no podrían estar ausentes de la breve antología «La Casada infiel», el «Romance Sonámbulo» y el «Llanto por Ignacio Sánchez Mejía».

* «Las Musas de Darío» es un pequeño folleto en el que incluye además de la poesía de Rubén, una pequeña historia sobre la Mitología griega para dar a conocer en dónde fue que Darío se inspiró para escribir su poesía de las Musas.

En la obra encontramos: Las Musas, su concepto. Los atributos de las Musas. Los mitos. Invocaciones. Las Musas según Hesíodo. Rubén Darío y la Mitología Griega. Epílogo. Anexo. Diccionario Mitológico.

Esta obra surgió producto del desconocimiento del lector nicaragüense sobre quiénes son las nueves musas propiciatorias de los distintos géneros literarios -Clío, Euterpe, Talía, Melpómene, Terpsícore, Erato, Polimnia, Urania y Calíope-, y con el objetivo de difundir, por lo tanto, la fuente de inspiración del mejor de los poetas de Nicaragua, quien sabía que de todas las musas parnasianas, olímpicas o celestiales, intelectuales o imaginativas, la mejor musa era la de «carne y hueso».

En Nicaragua existe una escasez de libros acerca de la vida y obra de Darío, lo poco que encontramos no está a precios accesibles, por lo que en todos los sentidos el trabajo del Doctor Gilberto Bergman Padilla es invaluable y meritoria su labor de divulgar la obra de nuestra poeta por excelencia.