Sociedad del Conocimiento y Tecnologías de la Información.

Sociedad del Conocimiento y Tecnologías de la Información

En términos de calidad de vida, La prosperidad que mayores créditos da a una sociedad, es aquella que se basa en el conocimiento. Las Tecnologías de la Información (TI), particularmente aplicadas en el ámbito educativo, juegan un papel de gran importancia. El factor clave del desarrollo de la sociedad es el conocimiento como fuente principal de creación de riqueza. La mayor prosperidad viene del conocimiento.

Las economías con los más altos niveles de calidad de vida tienen en el conocimiento su fuente principal de generación de riqueza. Así, en el ‘club’ de sociedades de alto ingreso per cápita en el mundo, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), ha conceptualizado, desde los años noventa del siglo pasado acerca de las llamadas «economías del conocimiento»: Se reconoce en OCDE que el motor principal de la productividad y el crecimiento económico es el conocimiento, factor que, a diferencia de otros (recursos mineros, tierra, por ejemplo), no se ‘gasta’ con su uso. Es altamente renovable en la medida en que los actores involucrados en la generación, uso y difusión del conocimiento cuenten con plataformas para compartirlo.

Múltiples factores convergen para que una sociedad determinada pueda encaminarse hacia la generación de riqueza basada en el conocimiento. La calidad y pertinencia del sistema educativo, así como su cobertura en todas las etapas de la formación; el interés de la sociedad en actividades científicas y tecnológicas, particularmente de investigación y desarrollo {I+D) y la construcción de la capacidad de innovación; la articulación del sector productivo de bienes y servicios con las universidades y centros de investigación; la capacidad de la sociedad de contar con estrategias de largo plazo y llevarlas a cabo en forma articulada; la inversión en infraestructura (vial, portuaria, de telecomunicaciones), entre varios determinantes.

Un elemento imprescindible en el camino hacia la creación de riqueza basada en el conocimiento es el grado de apropiación de las tecnologías de la información y las comunicaciones – TIC. De ahí que la inversión, pública y privada, en todos elementos que conforman el ecosistema de las TIC, sea objeto de primordial interés en el ámbito de políticas públicas, académicas y productivas.

La apropiación de las TIC es transversal, aplicable en los más diversos sectores (salud, empresas, gobierno, justicia, entre otros). Internet ha cambiado de manera radical la forma en que las personas aprenden. Por una parte, la disponibilidad de las fuentes de información, por otra la manera en que intercambiamos datos de todo tipo. Los impresionantes avances de la tecnología (incluyendo internet móvil, las redes sociales, la computación en la nube) están moldeando formas de aprendizaje y de interacción que han vuelto obsoletos sistemas pedagógicos en colegios y universidades que siguen promoviendo formas analógicas de enseñanza. Herramientas como los blogs, las redes sociales, los wikis, están generando espacios virtuales de aprendizaje no formal que las instituciones formales educativas, en general, desaprovechan.

El aprendizaje de hoy apunta a la colaboración, la participación y la creatividad. El énfasis está en los procesos de aprendizajes de la Información Wikipedia es un buen ejemplo de cómo, a través de participación de millones de individuos y una buena estructuración, se pueden crear 27 millones de páginas mediante un sistema de generación y validación abiertos, que ha dejado atrás las piezas maestras tradicionales del tipo «Enciclopedia Británica» como fuente de consulta. Para Davidson y Goldberg (2009), la era digital ha abierto insospechadas posibilidades para el autoaprendizaje, la base está en la esencia de las TIC: conectividad que genera interactividad.