Clonación y Prometeo

Clonación y Prometeo

Científicos italianos han creado la primera yegua clonada de una célula adulta tomada de la misma hembra que luego la gestó. Es decir que removieron una célula de la piel de la madre y la fusionaron en un óvulo del cual le habían removido el núcleo, después el óvulo activado creció en el laboratorio y fue recolocado en la yegua de la que había sido clonada.

Se va avanzando hacia la creación del ser humano artificialmente. Se puede ver a diario en la telenovela El clon, en la que el doctor Albieri le quita una célula a Lucas, la activa en el laboratorio, luego se la implanta a Deusa y así nace Leo, el primer clon humano.

La idea de crear vida artificial sin necesidad del acto sexual constituye uno de los sueños dorados del hombre, un orgullo intelectual que pretende sustituir la creación natural a partir de la reproducción sexual por un proceso intelectivo y artificial.

¿Por qué los italianos le dan el nombre de Prometea a este animal que acaban de clonar, es decir como Prometeo. Pero, ¿quien es Prometeo?

Prometeo es el Titán cuyo nombre significa Prudencia, que en la mitología griega recibe el encargo de crear la humanidad y poblar de seres humanos la Tierra. Lo hace mezclando tierra y agua y le entrega la característica de caminar erguido; además le concede a los mortales algo que provocó la furia del dios Zeus: el fuego.

Ese acto trajo consecuencia al benefactor de los mortales. Zeus lo mandó a encadenar a una roca en el Cáucaso, donde permaneció clavado al peñasco y un águila lo atacaba comiéndosele el hígado, órgano que se le regeneraba durante la noche. Este calvario terminó cuando Hércules mató al ave.

Para castigar a los humanos por la traición de Prometeo que robó el fuego divino y se lo ofreció al hombre, Zeus le ordenó a Hefesto que, utilizando tierra y agua, creara una hermosa doncella y que todos los dioses la dotaran de cualidades tanto buenas como malas. Y luego de crear la primera mujer mortal de la humanidad, Zeus le entregó una caja.

La curiosidad de Pandora hizo que la destapara y al abrirla liberó todos los males existentes hasta este momento, con los que debe convivir la humanidad. Sin embargo, dice la leyenda que en la caja de Pandora quedó la Esperanza.

De esta figura mitológica se han extraído muchas interpretaciones y ha sido utilizada en numerosas obras literarias para referirse a la osadía de los hombres de hacer o poseer las cosas divinas. Quien mejor nos ilustra sobre esto es Mary Shelley, autora de Franskestein. Víctor Franskestein es el moderno Prometeo, el protagonista que recibe el fuego de la vida y es capaz de crear, muy a su pesar, un monstruo sin nombre. El monstruo que nace de la materia inerte ha de transformarse en ser humano a medida que adquiere el lenguaje.

En la mitología griega los dioses crean la raza humana. Ahora en el siglo 21 es el hombre el que científicamente y con todos los adelantos modernos creará al hombre y a la mujer. En febrero de 1997, Ian Wilmut, el padre científico de la oveja Dolly, a poco de haber sorprendido al mundo con la primera clonación de un mamífero superior, declaraba rotundamente que a él le parecía repugnante que se aplicaran esas técnicas al ser humano. Pero no habían pasado dos años cuando el mismo Wilmut manifestaba ante las cámaras de la BBC que se encuentra personalmente dispuesto a hacerlo. Al parecer, sólo espera que le lleguen los dólares de la empresa norteamericana Geron Corporation, que ya financia manipulaciones de este tipo en los Estados Unidos. Los padres de Dolly no pueden perder el tren del mercado mundial.

Las empresas Biotransplan y SCS iniciaron el proceso en la Oficina Europea de Patentes para registrar el clon híbrido, mezcla de humano con chancho. Sería un embrión “casi humano”. Green Peace acusó a ambas empresas de ser “científicos Frankenstein” al querer fabricar una criatura medio humana y medio porcina. Dada la presión internacional ambas compañías han declarado renunciar a culminar el experimento.

La clonación es una técnica reproductiva que resulta contraria a la dignidad humana, la que es mayor porque el embrión clonado es producto sólo de uno de los padres, con lo que desaparece el derecho humano fundamental del niño al padre y a la madre.

Es importante señalar la reciente resolución del Parlamento Europeo que declara prohibida toda clonación en todos los estadios de su formación y desarrollo.

El autor es Rector de la Universidad de Ciencias Comerciales.