“La educación no ha cambiado en quinientos años; todavía arrastramos a los niños a las aulas como gatos a las 8:00 a.m.”
La “clase al revés” es un modelo educativo que intercambia los roles tradicionales del trabajo en el aula y en casa. En lugar de llevarse a casa los deberes de siempre, los alumnos ven videos cortos con la lección, y así pueden dedicar la clase a realizar experimentos y proyectos prácticos.
Jon Bergmann y Aaron Sams, descubrieron un programa informático con el que podían grabar una presentación de Power Point, con voz y notas, y convertirla en un archivo de video que podían enviar por Internet fácilmente. Esa herramienta ha cambiado para siempre la forma en la que imparten sus clases.
“Poder grabar las clases de antemano fue un auténtico descubrimiento”, asegura Bergmann. “Con este sistema, los alumnos que se habían perdido una clase podían recuperarla de forma fácil y rápida. Es más, nos permitía tener más tiempo en clase para dedicarlo a actividades más proactivas con los alumnos”.
Este experimento originó el concepto de la “clase al revés”. “Se trata de poder dedicar más tiempo de calidad a los alumnos”, continúa Bergmann. “Plantarse frente a la clase y dar la lección no es el mejor sistema para que aprendan; hay muchas otras actividades que se pueden hacer. Hemos seguido un planteamiento erróneo en clase durante demasiado tiempo, enviando los alumnos a casa con la parte difícil. Con el sistema de la clase al revés los alumnos se llevan a casa la parte fácil y en clase nos centramos en que aprendan los conceptos difíciles con un enfoque más creativo”.
Pero y en el mundo moderno que opinan de las clases al revés. En Islandia la escuela Keilir dice: “Desde que implantamos la metodología de la clase al revés, ha aumentado el interés de los alumnos en clase porque se implican activamente en las actividades. También reciben mucho más apoyo de los profesores y están logrando mejores resultados. Ahora ya es imposible que volvamos a la enseñanza tradicional”.
La Indian School of Business (ISB), implantó el sistema de la clase al revés en una asignatura de toma de decisiones empresariales. Arun Pereira, utilizó esta metodología en una clase de setenta alumnos del programa de posgrado y ganó el premio al mejor profesor del centro.
En Canadá, la clase al revés ha transformado su forma de enseñar. “Antes, muchos de los alumnos parecían desconectados; algunos se dormían en clase, otros se enviaban mensajes con el celular por debajo del pupitre y otros ya ni aparecían por clase”, con la clase al revés, ahora se puede ofrecer a los alumnos un método de enseñanza más completo que antes. Por ejemplo, si un alumno no entiende un concepto, puedo dedicar 10 o 15 minutos a aclararlo. O puedo retar a los alumnos más capacitados a superar sus límites. Este tipo de cosas no tenían cabida en clase antes de aplicar esta metodología”.
Otro alumno señala que “antes casi nunca hacía los deberes de matemáticas; ahora no me los salto nunca”.
“Tenemos que evolucionar desde la forma tradicional de impartir las clases, a la que tantos maestros siguen anclados, hacia una educación centrada en el alumno”, subraya Bergmann. “El sistema de la clase al revés es fundamental para facilitar esta transición”.
“No podemos continuar siendo profesores del siglo XX, enseñando contenidos del siglo XIX, a alumnos del siglo XXI”, es decir la tecnología avanza y nosotros, alumnos, profesores y demás comunidad educativa debemos progresar al mismo ritmo.
Gilberto Bergman Padilla.El autor es presidente del Instituto de Estudios Tecnológicos de Estudios por Internet. TEC-VIRTUAL